¿Cómo proceder en caso de daños provocados por una fuga de gas?

En una situación como una explosión o incendio por una fuga de gas, es muy importante saber cómo proceder en caso de daños y pérdida de bienes.

La fuga de gas en Noain, que culminó en una explosión afectando a varias viviendas, suscita varias dudas respecto a cómo hacer frente a este tipo de riesgo. Después de ver las noticias, es normal que nos preguntemos: “¿Cómo los afectados saldrán adelante?”, ¿Y si me hubiera pasado a mí”? Para arrojar luz sobre el tema, os invitamos a leer este artículo.

¿Cubre el seguro fuga de gas?

Los siniestros derivados de una fuga de gas en viviendas plurifamiliares, como la explosión que tuvo lugar en este municipio navarro, se tramitan por medio de dos seguros: el seguro de hogar y el seguro de la comunidad de propietarios.

En primer lugar, el propietario debe contactar con la correduría o agente de seguros con la que tiene contratado su seguro de hogar; por otro lado, el presidente de la comunidad o gestor de la finca comunica el incidente a la agencia o aseguradora de su seguro de comunidad.

Ambas aseguradoras se coordinan para la realización de los trámites necesarios: inspección y peritaje para valoración de los daños. No se puede precisar un plazo para el proceso, visto que depende de las dimensiones y tipología del daño, principalmente si se requieren estudios técnicos estructurales.

Pasada esta etapa, cada seguro determina la indemnización correspondiente, siempre en conformidad con el tipo de cobertura contratado y capital asegurado.

¿Puede haber problemas con la indemnización?

Lo peor que puede pasarle a un propietario es no disponer un seguro de hogar y que la vivienda plurifamiliar no cuente con un seguro de comunidad.

Cabe destacar que son tipos de seguros distintos: los seguros de comunidad de vecinos están pensados para proteger el patrimonio colectivo, es decir, para hacer frente a los riesgos que afectan a áreas comunes y la estructura de la edificación. Cubren básicamente daños causados por incendio, explosión, impacto de rayos o inundación, además de contemplar la responsabilidad civil. Opcionalmente se puede ampliar la cobertura y personalizar el seguro.

Por otro lado, el seguro de hogar ofrece protección de las partes privativas de la vivienda, como instalaciones no comunitarias, mobiliario, equipamientos y demás bienes del propietario de la vivienda.

Ambos seguros no son obligatorios en nuestro territorio, pero altamente recomendables. Al fin y al cabo, se trata de proteger el patrimonio más preciado: la vivienda.

No obstante, los propietarios que están asegurados deben prestar atención al tipo de cobertura contratada y el valor del capital declarado; Son ésas las condiciones que determinan el valor de la indemnización y el tipo de solución para los daños, especialmente cuando se trata de siniestros de gran dimensión, como un incendio o explosión por fuga de gas.

Una cobertura que en esos casos tiene mucha valía es la de inhabitabilidad: cubre los gastos de un desalojamiento forzoso dentro de plazos que varían según la póliza contratada; en otras palabras, protege tanto al propietario que se tiene que pagar un alojamiento por no poder vivir en su casa como al propietario que tenía su vivienda en alquiler y deja de tener dichos ingresos.

¿Cómo estar protegido frente a esos riesgos?

Antes de contratar una póliza, recomendamos al propietario dedicar atención a las coberturas y a la correcta valoración del capital asegurado para evitar malas sorpresas en caso de siniestro.

Otra medida muy indicada para propietarios de viviendas plurifamiliares es conocer las coberturas del seguro de su comunidad de vecinos y compartir la información con su corredor o agente de seguros para que ambos productos se complementen.

Por último, es fundamental que la comunidad de vecinos cuente con la protección de un seguro de comunidades.

Si necesitas ampliar la información o deseas conocer todas las posibilidades para proteger tu hogar, estamos a tu disposición. Llámanos para concretar una visita sin compromiso.